Aquí comenzaremos a explicar los prodigios, y los hechizos, y podré revelarte las cosas más ocultas.

 EL PENTAGRAMA, expresa la dominación del espíritu sobre los elementos, y es por medio de este signo, como se encadena a los demonios del aire, a los espíritus del fuego, a los espectros del agua, y a los fantasmas de la tierra.

Armado de este signo y convenientemente despierto, se puede ver el infinito, a través de esa facultad que es como el ojo del alma,

Y hacerse servir por legiones de Ángeles y columnas de demonios.

Primeramente, propondré un principio.

No hay mundo invisible: existen solamente muchos grados de percepción en los órganos.

El cuerpo es la representación grosera, algo así, como la corteza del alma.

El alma puede percibir por si misma, y sin el intermediario de los órganos corporales, por medio de su sensibilidad y de su “diaphana”

o diafragma, las cosas espirituales, sean corporales, o que existan en el universo.

Espiritual y corporal, son palabras que manifiestan solamente los grados de tenuidad o de Densidad de la sustancia.

Eso que se llama en nosotros, la IMAGINACIÓN, no es más que las propiedades inherentes en nuestra alma, de asimilar las imágenes y los reflejos contenidos en la luz viviente, que es el GRAN AGENTE MAGNÉTICO.

Esas imágenes y esos reflejos, son revelaciones, cuando la ciencia interviene para revelarnos el cuerpo o la luz.

El hombre de genio, difiere del soñador y del loco, en esto únicamente: en que sus creaciones son análogas a la verdad, mientras que la de los soñadores y de los locos, son imágenes perdidas y reflejos descarriados.

Así, para el sabio, imaginar es ver, como para el mago, hablar es crear.

Se pueden ver realmente y de verdad, los demonios, las almas, etc. por medio de la imaginación, pero la imaginación del adepto, del principiante, es diáfana, en tanto que la del vulgo es opaca; la luz de la VERDAD, atraviesa a la una, como a un mirador esplendido, y se retracta en el otro, como una maza viscosa llena de escorias y de cuerpos extraños.

Romper la mezcla del rayo directo y separarla del reflejo, tal es la obra del iniciado.

Ahora digamos muy alto, que este trabajo lo han realizado siempre algunos hombres selectos en el mundo,

Que la revelación, por intuición, es también permanente, y que no hay barreras infranqueables, que puedan separar a los espíritus.

Todo es transición y matices, y si se supone la perfección, si no infinita o absoluta, por lo menos indefinida, de las facultades humanas,

Se verá  que todo hombre puede llegar a verlo todo, y por consiguiente, a saberlo todo, por lo menos en un circulo que puede indefinidamente ensanchar.

No hay nada vacío en la naturaleza, todo está poblado, no hay muerte real en la naturaleza; todo está vivo.

Los hombres genios, difieren de los simples videntes, por la facultad que poseen de “hacer sentir” a los demás hombres, lo que ellos ven, y de hacerse creer, por entusiasmo y por simpatía.

Estos son los mediumns del verbo divino.

Digamos ahora, como se da la visión.

Todas las formas, corresponden a las ideas, pues no hay idea, que no tenga su forma propia y particular.

La luz primordial, vehículo de todas las ideas, es la madre de todas las formas, y los trasmite de emanación en emanación,

Disminuidas únicamente o alteradas, en razón de la Divinidad de los medios.

Las formas secundarias, son reflejos que retornan al foco de la luz emanada.

Las formas de objetos, son una modificación de la luz y quedan en ella, de donde el reflejo las envía,

Así, la luz astral o el fluido terrestre que llamamos el GRAN AGENTE MÁGICO, está saturada de imágenes y reflejos de toda especie,

Que nuestra alma puede evocar y someter a su “DIAPHANA”, como dicen los cabalistas, estas imágenes las tenemos siempre presentes, y son borradas únicamente, por las impresiones más fuertes que la realidad durante la vigilia, o por las ocupaciones o preocupaciones de nuestro pensamiento, que obliga a nuestra imaginación a estar inatenta, al móvil panorama de la luz astral.

Cuando dormimos, este espectáculo se presenta por si mismo a nosotros, y así como se producen los sueños,

Sueños incoherentes y vagos, si alguna voluntad dominante no permanece activa durante el sueño, y  si no ofrece a cuenta de nuestra inteligencia, una dirección al sueño, entonces se trasforma en ensueño.

Así pues, los sonámbulos, no van realmente a los sitios a donde el magnetizador los envía, sino que ven las imágenes en la luz astral, y no pueden ver nada de lo que no existe en esa luz astral.

La luz astral, tiene una acción directa sobre los nervios, que son los conductores, en la “economía animal”,

Acción que llevan al cerebro; así en el estado de sonambulismo, pueden ver por los nervios, y sin tener necesidad, ni aún de la luz radiante, pues el fluido astral es una luz latente, como ya la física a reconocido, que hay un calórico latente.

El magnetismo entre dos seres, es sin duda, un maravilloso descubrimiento; pero el magnetismo en uno solo, es decir, el AUTO MAGNETISMO, volviéndose lúcido a voluntad, y dirigiéndose a si mismo, es la PERFECCIÓN DEL ARTE MÁGICO, y el secreto de esta obra, no está por descubrirse; sino que ha sido conocido y practicado por gran parte y por gran numero de iniciados, especialmente, por el celebre APOLONIO DE TYANA,  quien nos ha legado una teoría, que expondré más delante, en nuestro ritual.

El secreto de la lucidez magnética y de la dirección de los fenómenos del magnetismo, tiene dos cosas: a la armonía de las inteligencias, y  la unión perfecta de las voluntades, en una dirección posible y determinada por la ciencia, esto en cuanto se refiere al magnetismo entre muchos.

El auto magnetismo, requiere preparaciones de que hemos hablado en nuestro primer capitulo, al enumera y hacer ver en toda su dificultad, las cualidades requeridas par ser un verdadero adepto.

Este imperio de la voluntad sobre la luz astral, que es el alma física de los cuatro elementos, está figurado en la magia, por el PENTAGRAMA.

También los espíritus elementales están sometidos a este signo, cuando se le emplea con inteligencia, y se puede, colocándose en un círculo o cima de la mesa de las evocaciones, hacerlos dóciles, esto se llama en magia: APRISIONARLOS.

Explicaré en pocas palabras, esta maravilla: todos los espíritus creados, se comunican entre si por signos, y se adhieren todos, a un cierto numero de verdades, expresadas por ciertas formas determinadas.

La perfección de las formas aumentan en razón del desprendimiento de los espíritus, y aquellos que no sienten el peso de la materia, o no están encadenados a ella, reconocen a la primera intuición, si un signo es la expresión de un poder real, o un voluntad temeraria.

La inteligencia del sabio, proporciona pues, valor a su PENTACULO, como su ciencia da paso a su  voluntad.

Y los espíritus comprenden inmediatamente ese poder.

Así pues, con el PENTAGRAMA, se puede obligar a los espíritus a aparecerse en ensueños, sea durante la vigilia, sea durante el sueño propiamente dicho, atrayendo consigo, ante nuestra disciplina, su reflejo, que existe en la luz astral, si han vivido, un reflejo análogo a su verbo espiritual; y si no ha vivido en la tierra.

Esto explica todas las visiones y demuestra, sobre todo, porque los muertos aparecen a los videntes, nunca como están, en una existencia que escapa a las percepciones de nuestro organismo actual, sino como están todavía en las tumbas.

Las mujeres embarazadas, están, más que otras, bajo la influencia de la luz astral, que concurre a la formación de su hijo, y que les presenta sin cesar, las reminiscenias de formas de las que ella está llena.

También es por esta causa, por la que las mujeres virtuosas engañan, por semejanzas equivocas, la malignidad de los observadores.

Imprimen con frecuencia a la obra de su matrimonio, una imagen que les ha llamado la atención en sueños, y de aquí también, que las mismas fisonomías se perpetúen de siglo en siglo.

El uso cabalístico del PENTAGRAMA, puede pues, determinar el rostro de los hijos al nacer, y una mujer iniciada, podría dar a su hijo, los rasgos de quien ella quiera.

EL PENTAGRAMA, es lo que se llama en cabala, el signo del macrocosmos, ese signo de que GOETHE, ensalza el poder en el hermoso monologo de FAUSTO.

¡HA, Como, a esta vista, todos mis sentidos se estremecen!

Ciento la joven y santa voluptuosidad de la vida, rebullir en mis nervios, y hervir en mis venas.

¿Era un Dios, el que trazó este signo que aplaca el vértigo de mi alma, y llena de alegría mi pobre corazón?

¿Y en un vuelo misterioso, devela alrededor de mí, las fuerzas de la naturaleza?

¿Soy yo un Dios?

Todo se aclara ante mi vista.

Veo, en esos censillos trazos, a la naturaleza revelarse a mi rostro, a mi espíritu.

Ahora, por vez primera, reconozco la verdad de estas palabras del sabio:

“¡El mundo de los espíritus no está cerrado!

¡Tu sentido es obtuso, tu corazón está muerto!

¡En pie! Baña “Ho adepto de la ciencia” tu pecho, todavía envuelto en el velo terrestre, en los esplendores del naciente día.

Fausto.

 (Primera parte, escena primera)

La figura del PENTAGRAMA, perfeccionada según la ciencia, y que ha servido al autor para la prueba que se hizo, después de haberse preparado con todas las ceremonias que están marcadas en el RITUAL, fue que hizo posible esta evocación.

Solo que, quiero hacer una observación:

Que el uso de este PENTAGRAMA, es muy peligroso par los operadores que no poseen la completa y perfecta inteligencia de el.

La dirección de las puntas de la estrella, no es arbitraria, y puede cambiar el carácter de toda la operación, como ya lo explicaré en el RITUAL.

Paracelso, afirma que todas las figuras mágicas, y todos los signos cabalísticos de los pentáculos, a los cuales obedecen los espíritus, se reducen a dos, que son la síntesis de los demás.

EL SIGNO DEL MACROCOSMO O SELLO DE SALOMON

Y EL MICROCOSMO MÁS PODEROSO TODAVÍA, ES DECIR, EL PENTAGRAMA. DEL CUAL SE HACE EN LA FILOSOFÍA OCULTA, UNA MINUICIOSA DESCRIPCIÓN.

¿Te preguntarás por qué un signo puede tener tanto poder sobre los espíritus?

Yo te responderé con otra pregunta. ¡Por que el mundo Cristiano se ha postrado ante la Cruz?

El signo no es nada por si mismo, y no tiene fuerza, sino por el DOGMA DE QUE ES RESUMEN Y VERBO.